Después de un verano de intenso trabajo, vuelvo con fuerza para retomar la dominación. Regreso con muchas ganas, más sexy que nunca y con ideas perversas que volverán loca a tu entrepierna y harán temblara tu bolsillo…
Ay… el tributo… ese momento que adoras experimentar una y otra vez, ¿verdad? Ya sólo alcanzas un nivel alto de excitación si me tributas… sólo de pensar en darme tu dinero te pones a temblar. Así que pagas... Una y otra y otra vez...
¡Me tributas porque soy perfecta y sabes la única manera de llamar mi atención es darme lo que me merezco! ¡No eres más que cajero automático!
¿Tienes tu cartera preparada? ¿Estás seguro de que está bien llena? Porque he vuetlo…
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