Mi cita, tu obligación

Perro, mañana tengo una cita con un hombre de verdad, he pensado ponerme este modelito, ¿qué te parece? ¡Eh! Las manos quietas. ¡Prohibido tocarse hasta abrir la cartera!




Quiero causar una buena impresión a este chico y de paso aprovecho para humillarte. Quiero que me tributes ya para comprarme con tu dinero un conjunto de lencería sexy y un vestido cortito y ajustado.

Si estoy de buen humor quizá suba unas fotos para que puedas adorarme. Aunque el único que podrá disfrutarlo será ese chico. Mientras me como la polla de un hombre de verdad, tú estarás en casa pajeándote en cómo me has tributado para que disfrute otro. Mientras un hombre de verdad se fijaría en mis tetas perfectas tú sólo puedes mirar mi bota. Eres patético.