Gracias a mi trabajo físico, puedes babear a una Diosa todavía más sexy. Y, claro, pagafantas, esto no puede salirte gratis. No es justo que yo, además de hacer el esfuerzo físico, tenga que pagar el gimnasio, así que ya estás abriendo tu cartera para pagarme cada mes la cuota del gimnasio.
Maldito perdedor, seguro que no paras de imaginarte mi culo sudado sobre tu cara, haciendo sentadillas en tu patético rostro. Me encantaría quitarme mis calcetines empapados de sudor y metértelos en tu boca.
Es más, seguro que ya estás pensando en escribirme para suplicarme que te venda calcetines y ropa interior sudados. Eres patético, pero no puedes aspirar a nada más. Adorar mi aroma es tu máxima aspiración. Perdedor.
En el gimnasio sí que hay hombres de verdad, no perdedores como tú. Seguro que te encanta saber que has pagado para que me miren otros y para que conozca tíos buenos.
Deja de pajearte viendo mi culo perfecto y mis piernas sexys y pregúntame cómo puedes pagarme el gimnasio.
Yo se la pago si lo desea
ResponderEliminarsumisantiago@gmail.com