Soy tu ruina. Pero no puedes resistirte a mis labios. Pobre perro.
¿Qué podría hacerte con estos labios?
Imbécil. Ni te imagines mis perfectos labios de Diosa en tu patética polla. No puedes ni soñarlo. Me bastan los labios para doblegarte a mi voluntad. Solo con verlos carnosos, seductores y ardientes con el carmín rojo ya te excitas hasta el extremo.
Me bastan los labios para lograr que saques la tarjeta para hacerme un buen regalo.
Soy tu ruina. Pero no puedes resistirte a mis labios. Pobre perro.
Soy tu ruina. Pero no puedes resistirte a mis labios. Pobre perro.
0 comentarios: